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itvlam
septiembre 18, 2017
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Una vez que la familia recibe el diagnóstico de trastorno del espectro autista (TEA), la intervención temprana, tanto para quien presenta la condición como para la familia, puede marcar la diferencia.Según Maribel Madrigal, presidenta de la fundación Autismo Costa Rica, uno de los principales retos con esta población, es la comunicación, ya que, en algunos casos, estas personas no saben cómo decir lo que sienten, lo que quieren o les molesta. Entonces la educación es un camino que les permite superar muchos de esos retos.
En el país, el Ministerio de Educación Pública (MEP) cuenta con 19 centros de educación especial que atienden a niños con alguna condición particular, entre ellos el TEA.
Según Lisandro Fallas, asesor nacional de educación especial para el MEP, en estas instituciones se reciben a los chiquitos desde que nacen hasta los 21 años. Son grupos pequeños a cargo de educadoras de enseñanza especial que procuran que los niños aprendan y se desarrollen con las mejores condiciones.
“A los bebés se les da estimulación temprana y, conforme van creciendo, se les ayuda a los papás para que incorporen a sus hijos al sistema que mejor se adapte a sus necesidades: escuelas de enseñanza formal, escuelas especiales o a aulas integradas con apoyo, tanto en el ámbito público como privado”, afirmó.
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